La noche de la entrega 94 de los Oscar ha marcado revuelo en la premiación de la tal ansiada estatuilla.
EL descontrol de las emociones puede jugar una mala pasada, y ante este hecho hay millones de comentarios en las redes sociales. Cuando vi en directo este episodio creí que era parte del espectáculo, pero al ver el rostro de Will Smith entendí que no lo fue. No puedo evitar opinar sobre este tema, la “defensa del actor tras la burla a su esposa”. ¿Hasta dónde te puede llevar defender a los tuyos?
«Sé que para hacer lo que hacemos, debes poder soportar el abuso, sufrir insultos, tienes que ser capaz de hacer que la gente hable de ti. En este negocio, tienes que ser capaz de que la gente te falte al respeto, y tienes que sonreír, y tienes que hacer como si no pasara nada».
Fueron las palabras que más me dieron vuelta la cabeza. Para él el amor es defender y cada quien sabe cómo hacerlo. Personalmente no justifico el golpe, ya que solo bastó con un grito para dar un alto a la situación y si su masculinidad dictaba tirar la bofetada, lo hizo.
Cada uno sabe las razones, cada quien conoce el mundo que es su familia y si alguien dañara a un ser que amas pondrías un freno para que no vuelva a suceder. Cómo lo hubiera hecho yo, qué hubieras echo tú, pues no lo sé. Lo que sé es que esto marcó un precedente en aquella noche y para bien o mal una reflexión en millones de personas.
Después de todo, el actor pidió una disculpa como corresponde y el show o la vida debe continuar.