Esta semana decidí no pensar en nada más que pasar tiempo familiar y ha sido un tiempo que he aprovechado para descansar y organizar bien las tareas para seguir con el trabajo.
Los días feriados declarados por fiestas patrias fue lo más conveniente para iniciar una serie de días a que llamaría «ocio familiar».
Tengo el control de decidir cuándo puedo tomar mis vacaciones, no tengo que pedirle a un jefe para hacerlo, pero sabes que ser independiente demanda disciplina para dejar trabajo hecho y no quedarte sin cumplir tus metas.
Así esta semana solo decidí pasear y respirar nuevo ambiente, viajar a un par de horas fuera de la ciudad y despejar la mente con la vista de los andes cerca del Cajón de Maipo. No me quejo de la caminata en los cerros, ni del frío, ni de la tierra de algunos autos echaban a transitar en la carretera, solo me interesaba hacer algo diferente.
Seguí en la idea de solo disfrutar del tiempo gozar del sol y del frio que el clima de esta ciudad tiene tan variado. Tomarse en tiempo libre literalmente no es un tiempo muerto porque es un trance de seguir en el trabajo diario.
Además de conocer la vivencia y baile del lugar en donde radico. No me puedo quejar Santiago me ha enseñado mucho, no sé donde estaré luego, pero Chile estará siempre en mis recuerdos. Tendré el sabor de su trago tradicional, el terremoto, su cueca y la espontaneidad de su gente al bailar es estos días de septiembre.
Esta semana seguiré en el esquema de trabajo y los resultados sé que serán mejores.